20 agosto, 2009

El fin nunca justifica los medios.

A veces ni siquiera sabemos cuál es el fin que buscamos, pero ahí estamos, dale y dale con lo mismo, haciendo y diciendo las mismas estupideces sin saber por qué lo hacemos. No pensamos. Sólo actuamos "impulsivamente"[ y lo pongo entrecomillado porque impulsivo no es sinónimo de estúpido].

Cómo saber cuando hacemos las cosas para vivir "felices", si no sabemos tampoco en qué consiste la felicidad. ¿Cómo se mide? ¿En dónde se encuentra? ¿En la eterna constante de un solo placer, o en las pequeñas inconstantes de variados placeres? Debe haber una cordura entre aquello que efectuamos y aquello que buscamos.

En esta sociedad que no tiene cultura de moderación (como sabiamente un gran amigo me dijo), es más fácil "someterte" a reglas que te imponga alguien/algo externo a ti por no tener la capacidad de decidir por uno mismo. Dejar el cigarro, comer sanamente, cumplir con los deberes.

¿Qué situaciones extremas te hacen pensar que no queda más opción? ¿Frente a cuantos dolores estamos dispuestos a renunciar a nuestras ideologías, conocernos en situaciones que no estamos acostumbrados a experimentar, conocer el desasosiego, enfrentarse a algún final?

No queremos abrir los ojos, reconocer lo que está justo enfrente por miedo a no saber qué hacer con la información, por miedo a no terminar de entender; nos cerramos, aislamos, desconocemos, para así solamente exponernos a eventos suscitados por nosotros mismos en los que terminamos sintiendo que ya conocíamos el final de esa historia , sin haberla vivido, sin haberla visto, pero omitiéndola de nuestros recuerdos hasta que justamente nos resulta "necesario".

Yo no tengo la respuesta a todas estas preguntas, pero me gusta pensar en ellas.

¿De qué me sirve saber qué sucederá mañana si no sé exactamente de dónde vengo?

15 agosto, 2009

Viernes!

Un viernes, unas chelas... un poco de impulso, Blondie suena de fondo, ladie's night!

Y apenas comienza!

Fue un viernes la onda.


(:

13 agosto, 2009

I y II

Ya es Jueves. Me siento solitaria. ¿A qué se debe tanta extrañeza? Creo que debo añadir una tarea e investigación más a mi agenda. Ya no me acuerdo cómo se hace para tener fe en la gente, sólo me sale con aquellas que conozco y sé que puedo confiar. Tarea número dos. Y por hoy paramos de contar.

These words I write keep me from total madness