23 dezembro, 2010

Fernando.

Qué arriesgado empezar a escribir con tu nombre. Después de la vida contigo, esto es lo más arriesgado que he hecho. Tu nombre en mis letras, es como yo en tus fotografías. Sólo que éstas no se borran, ya están grabadas en mí. Sí, como tu nombre.


Yo no quiero escribir versos tristes esta noche, ni hablar de las cosas que me gustaría que nadie supiera pero que todos entendieran y se esforzaran por cambiar. Yo quiero escribir de ti, no escribir "Fernando", como si tu nombre solo ya encerrara gran parte de mi realidad (aunque así sea), sino escribir un poquito, discretamente, calculadoramente, de las cosas que tú produces en mí ( y no hablo de eso que tú estás pensando... bueno sí, un poco, pero no solamente), de las sensaciones y canciones, palabras, versos que no sabes que me dices y yo escribo con mi pluma fuente en cualquier papelito arrugado y que pierdo entre los demás y que espero encontrar azarosamente un domingo en la tarde, de esos días que te extraño más de lo normal porque acabo de verte, y bueno, las ganas de ti no se me han saciado.

Quiero escribir de las veces que me has visto tan "yo" en la vida que me da miedo que me ames menos, pero me aterra pensar que por eso puedas amarme más. Yo, tan yo, sentada a lado tuyo culpando al mundo de mis frustraciones y tristezas de la vida, de la cocina y esos olorcitos particulares que no están impregnados en mis manos como, según yo, deberían estar. Yo, la que se acuesta en tu cama como si ya fuera suya y algunas veces tus hombros parecen tan amistosos con mis piernas y platican tan cerquita que se funden en besos y es como si tú y yo sobráramos en esa conversación. Yo, la que te grita en la calle, te platica de libros y te lee un poquito de situaciones que pueden o no suceder por un paragüas, nada más por hacerte pensar que podríamos o no estar acostados, leyendo sobre paragüas y cosas que podrían o no suceder. Yo, la que hace mantitas con tal de sentir que un poquito hay de mí rodeándote en las noches que no duermo a tu lado. Yo, la mujer con la que duermes hasta cuando no estás.

Yo quiero escribir en el aire, y quiero escribir con gises en el piso y en pizarrones, en lugares que no sean permanentes, quiero escribir nuestra historia de manera que tú la escribas conmigo y pueda cambiar, siempre cambiar, no ser estática y variar como nuestros pensamientos varían.

Así quiero escribir de amor hoy, escribir amor contigo, escribir con las letras de Fernando un "te amo" (no lo tomes literalmente, nos faltan letras o sobran palabras).



Qué arriesgado escribir y querer escribir tu nombre, y cerrar estas ideas queriendo escribirte a ti. No hay vocativo más fuerte que tu nombre en lo que yo escribo y no tiene nombre.

22 novembro, 2010

Escribir.

Escribo porque me libera y porque ni modo que me guarde todas mis letras sólo porque te lo prometí. Al fin, en teoría, nunca sabrás que mi necesidad de escribirte (a ti, no para ti), en todas mis letras es incontrolable.
Escribo porque sólo en letras estás tan cerca como yo desearía tenerte, sólo en letras te poseo hasta allá donde tú no tienes idea de que existes en mí y en los otros, en lo demás, en lo ajeno a ti, en lo que desconoces.
Escribo y te escribo en mis manos que te deshacen y te vuelven a construir con una necesidad, que de azarosa no tiene nada, y que desespera mis líenas y mis trazos; desespera porque trato de encontrarte aquí, en el papel, en lo blanco donde mis versos te dibujan y te dan forma hasta que creo que existes y de repente otra vez no estás...

Y vuelvo a escribir.

18 novembro, 2010

Verbos Auxiliares. Y, ¿por qué no? También "hacer".

Hacer(te) las cosas que no te conté, haría, sin permisos ni perdones. Hacértelas nada más por las ganas de ver tu cara feliz, pues soy yo quien te sujeta fuerte de las manos mientras ocupo otras de mis terminaciones nerviosas para dibujarte una sonrisa en la espalda.

(Sí, con la lengua, porque así es como mejor escribo cuando se trata de ti).

Ser tu más preciado refugio, surgir de la niebla de tus recuerdos y que sientas como que te pertenezco, no porque no me quieras con otro sino porque sabes que todo mi cuerpo y sentidos se inclinan a ti. Nos pertenecemos y somos. Yo sin ti, tú sin mí, pero juntos es como mejor somos.

Haber mirado los mismos rostros y reconocernos en los demás, en los que no nos han visto, y saber que ninguno de los había sentido un mar en la panza, o mariposas rondando el cabello. Los labios tan llenos esperanzas, que hasta podríamos regalarlas.

Porque te hago y nos hacemos. Somos. Y sí, aquí hay muchas formas bizarras de amor.

20 setembro, 2010

beso

Me presentaba las letras de un modo tan pequeño, que para leerlas tenía que acercarme a su boca y terminaba robándole un beso.

19 setembro, 2010

atrévidos.

¡Qué atrévidas resultan las cosas más comúnes cuando estoy a tu lado!

22 julho, 2010

Si hay algo que siempre nos remite al inicio, son los cambios.
Peor aún, si estos cambios resultan ser drásticos, entonces la
naturaleza humana también vuelve a sus básicos: La Soledad.
Es casi casi una ley que cuando la luz se torna oscuridad...
uno tendrá que hallar el camino solo, con el correspondiente
riesgo a perderse en el trayecto...
O quizá otra vez a reencontrarse, y una vez más: Volver a comenzar.

Es cuestión de círculos. (no, esta vez no hay tangente)

13 julho, 2010

-

Casi siempre coincidimos con el clima, en las decisiones que tomamos el sol no predomina pero siempre nos queda el verano.

28 junho, 2010

Instrucciones

Todo consiste en levantarse, encontrar dentro de sí un "compromiso" por el cual deba hacerlo. Báñese , si no se baña se sentirá como el día anterior; deje que el agua lave sus llantos y los residuos del sujeto en cuestión.
Una vez bañado, prosiga con la vestimenta. Es indispensable que use ropa de su agrado, con la cual siéntase cómodo, así no tendrá ocasión de relacionar un malestar de vestido con un malestar del corazón.

Tómese un café, el café despertará su ánimo. Coma una dona de chocolate, el chocolate cubrirá por un instante cualquier destello de impulso carnal- Tenga cuidado con el abuso de éste pues, además de una indigestión, le causará una sensación de exaltación. Es necesario que uno mantenga el equilibrio hoy.

Puede salir de su casa ahora. Asegúrese de no olvidar nada, sería imprudente ocasionarse un enojo que no venga al caso. Sonría todo el trayecto, al contacto con sus conocidos muéstrese compuesto y tranquilo, diga que todo ha estado mejor y que es un día lindo.

De regreso a casa procure no escuchar canciones tristes, esto no lo hará sentir mejor. Tampoco canciones significativas. Escuche canciones que bailaría, cantaría y compartiría para animar a alguien. Anímese usted.

Cene ligero, use su pijama favorita y procure que huela bonito, a limpio. Piense que al fin terminó un día más. Relájese, acuéstese en la cama fresca, sienta las sábanas calentándose con su cuerpo y viceversa, disfrute ser uno con ese lugar. Cierre los ojos, ya no contenga el llanto, libere su lágrimas aprisionadas en las últimas dieciséis horas. Es posible que su llanto dure unos tres minutos (para un buen llanto, léase "Instrucciones Para Llorar" de Julio Cortázar).

Duerma. Al siguiente día repita esta rutina. No se aseguran resultados definitivos, pero podría ser que después de sonreír tanto, usted comience a creerse bien y , en determinado momento, con suerte, estará curado.

Su corazón habrá de reconstruirse.

21 junho, 2010

Círculos.

Su forma favorita eran los círculos.

Quizá porque no sabía en dónde terminaban o empezaban, y porque no importaba dónde estuviera, siempre habría camino por recorrer.

La tangente era un regalo.

16 junho, 2010

Literatura/Amor

Lo que amo de la literatura no es que sea literatura. ¡Vaya usted a saber qué es la literatura!

No, no. Lo que yo amo de la literatura es que es. Sí, a secas es, sin predicativo ni complemento preposicional. La literatura sí me transforma y sí me lleva a otros lados. No es que no conozca nada allá afuera, es que con mis letras puedo ir a cualquier lugar en cualquier momento. Y con esto no me refiero a que si digo "ahora voy" en este instante vaya. Quiero decir , que con la literatura puedo estar sentada afuera de su casa, escribiéndole un recado, viendo pasar a su vecina, que quiere regar su pedacito de pasto y además se asoma a verme.

Aunque ¡vaya usted a saber qué piense! Yo no sé si usted me quiere, si me extraña, si me ha pensado o si me ama. Pero eso que me gusta de usted es que también me transporta a muchos lugares y, no, no es cosa de que yo diga "bien, llévame a ése parque", sino es cosa de que usted diga "mirá que tú me has visitado en sueños", y entonces yo esté allá, junto a usted, tan lejos.

Aunque, bueno, entre usted y literatura ya tenemos dos variantes, o puede que hasta incógnitas. No me gusta meterme en un campo que desconozco con tan poco conocimiento. Mejor la llevamos tranquilos.

Por hoy me quedo con usted, mañana con la literatura.

21 maio, 2010

..

Bueno, sí.
Uno al final se va acostumbrando a ciertas ausencias.
No es que dejen de doler, escuchas comentarios
y presupones que el bienestar debe existir por ambas partes.

Entonces decides cerrar al fin el ciclo y sí. Seguir lanzando las piedras al aire
con el debido cuidado de no caer en tu cabeza.

El golpe puede ser mortal. :(

19 maio, 2010

buenas conversaciones

Las carambolas son una fruta muy particular, la partes y te sabe a estrella, cada rebanada es un sol singular. Tiene cinco picos y un poco aciditos son. Añádela a una infusión de calabazitas tiernas y obtendrás el remedio perfecto. Para esos males que nos aquejan, querido.

11 maio, 2010

NoTieneNombre

It hurts so bad
just like I knew that it would
but I'd do it again, I'd do it again if i could
.
-The Sounds.



Siempre se sentaba, en la misma calle, bajo el mismo árbol. Hojas distintas que caían, sol distinto que le quemaba, a veces nublado, a veces un rayo le daba directamente en la espalda, penetrándo-le hasta donde más le duele el alma.

Casi todos los días se le olvidaba por qué seguía viva. Hacer las cosas por rutina ya no resultaba placentero ni productivo. Tomar la misma ruta todos los días, escuchar Miss Sarajevo y saber que sí, para todo hay tiempos y momentos. Pensando que su tiempo aún no había llegado y sin saber si valía la pena esperar. Si es que lo valía. (Condicional).

Y claro, cómo omitir el hecho de que era inconstante, realmente inconstante. Y sí, sabía perfectamente, así como Soda lo sabe, que eso no es algo heroico, es enfermo. Tener que mirar(se) hacia atrás cada vez que sabía algo de él no era algo que disfrutara mucho. Era como atorarse en recuerdos vívidos de algo que quizá nunca sucedería. Era jugar con los tiempos, era atarse a un pasado y a un futuro que nunca suced(ió)/(ería). (Quiero decir que no sucedió y que, probablemente, no sucedería).

Bueno, así era esto de los desencuentros. A veces te tocan, a veces simplemente no. No se trataba de mera resignación, era cuestión de decidir, decidir y, como alguna vez alguien le había dicho, no mirar atrás. Era agarrarse a sí mismo, de las manos, de los recuerdos por crear, de los futuros enaltecidos que aún no acaecían pero que daban alguna extraña y etérea seguridad.

Y así, no le quedaba más nada que ella, sus canciones, sus libros, sus historias. Quizá un par de cigarros y una almohada. Optaría por aquellos juegos de antes, en los que no había ni bien ni mal, ni antes ni ahora y empacaría todo lo que necesita para emprender el viaje al futuro desconocido. Claro, en la maleta va a llevar algún recuerdo que tome prestado de su pasado.



20 abril, 2010

Piedras al aire. Listos... ¡Fuera!

De entre todas las piedras decidí lanzar aquella que te representa a ti. Nunca he sido la mejor, probablemente no lo seré. Quizá si algo hubo malo de mi parte, deberías pensar qué hubo malo de la tuya. No digo que se trate de juzgar, pienso más bien que se trata de saber que no todo lo que brilla es oro, y tampoco todo lo malo está del todo mal, quizá está mal porque para ti vale como mal. Pero no soy únicamente lo malo en ti, también soy lo bueno en mí, aquello que sé que he dado y podría dar. Es una lástima que a estas alturas del partido, no te alcance ni a mí me sobre para dar más de lo que alguna vez di y esperar de ti tanto como alguna vez quisiste dar.

Es realmente triste y desolador que te haya considerado mi hermana, mi amiga. No tendría que importarte qué pienso o cómo me siento respecto a la gente, sino cómo me siento y qué pienso respecto a ti, respecto al nosotros. A mi manera de pensar, me mantuve fiel, constante y segura a tu lado, a tu manera de pensar te traicioné y, según palabras tuyas, nunca supe ser tu amiga.

A ti nadie te enseñó a ser amiga, a mí tampoco. Cuando te encontré sabía que no había conocido nadie parecido a ti y creo que tú encontraste en mí algo que no habías conocido.

Así que en honor a lo que alguna vez fuimos juntas , separadas y la una para la otra. Hoy decido conservar recuerdos bonitos. Dejar atrás las veces que me fallaste y también las que te fallé.
Recordaré las comidas, salidas, risas y comprensiones. Odio tener que añadir una palabra que, según yo, rime. Pero tengo la necesidad de escribir tantito bonito algo de lo que me hiciste sentir.
Yo no quiero vivir enojada, no quiero vivir odiando al mundo, no quiero vivir peleando con una realidad de la que no puedo escapar. Quiero hacer acuerdos, armonías, construir un pedacito de cielo en la ciudad y no quiero que estas cosas puedan caerse porque en mi panza o en mi corazón no haya habido la posibilidad. No de olvidar como si quisiera desaparecer, ni tirarme al vacío, no. Lo que yo quiero es no cargar con lo que me contamina, y no pretendo contaminar los recuerdos que tengo de ti ya.

La técnica consiste en juntar las piedras que desentonan con mis recuerdos agradables, levantar las manos al cielo... y dejarlas escapar.
Así que todos listos, piedras al aire. ¡Fuera!

18 março, 2010

Buena compañía.

Nunca la había conocido así. Es tan seria, tan seca. No se parece nada a mí. Es callada, no reacciona mucho. Procura mantenerse tranquila. No me grita, escucha mucho, piensa, analiza. Siente pero no se apasiona. Sus tragedias no la lastiman.

Ha construido muros entre ella y el mundo. Hasta parece que fuéramos una sola. Irónico, ¿no?

No estoy acostumbrada a lo que ella me da. Una vida así nunca ha sido fácil, pero ella se ha mantenido constante.

De lejos parece tan bonita, hasta puede cegar momentáneamente. De cerca ya no se ve tan bien, se le notan los defectos. No, no digo que sea fea, sólo es posible notar esas imperfecciones, detallitos que incomodan pero con los que es posible vivir.

Tuve mucho miedo. Al principio no supe cómo tratarla, qué decirle; pero me fui acostumbrando a su presencia. La tomé de la mano y la dejé que me llenara hasta el cuerpo y los recuerdos.

Comía conmigo. En algunas ocasiones hasta me pedía un cigarro; yo, yo sólo nos daba el gusto de fumarlo. Ya no éramos ella y yo. Ahora nos reconocíamos como una unidad completa.

No sé cómo esté mejor: si antes o ahora con ella. Supongo que algún día tendré que dejarla ir.

Pero hoy, hoy creo que le agradezco. Solía llamarla por muchos nombres, bajo muchos y variados seudónimos. Ahora es tiempo de regresarte el nombre. Te me llamas SOLEDAD.

22 fevereiro, 2010

Hoy.

Hoy hace un año inauguré mi blog. Realmente no tenía muchas expectativas. Escribí Café Para Noches Monocromáticas sin pensar que sería el comienzo de algo más constante. Sí, es cierto que a veces no escribo en mucho tiempo, más bien no publico en mucho tiempo, siempre me la paso escribiendo pero no todo me gusta. Y qué? Es normal, a todos nos pasa. A veces nos gusta, a veces no y ya. Qué se le va a hacer, gajes del oficio.

Lo que trato de decir es que es bueno poder escribir aquí, porque me releo y ahora pongo más atención, me doy cuenta de las cosas que fallé y también en las que acerté. Me releo y me gusta, porque noto que he progresado y aprendido mucho. Sé que puedo ser mejor, y no sólo en mi escritura (inmadura todavía), sino como persona, amiga , amante, hija, compañera. Todo todo puedo mejorar.

Hoy digo que las cosas duelen, el pasado siempre está, las cosas se pagan, el karma existe, y aun así creo que podría vivirlo todo de nuevo, aunque duela y llore, porque he crecido, porque aprendí y porque vale la pena. Aun cuando eso signifique perder oportunidades grandes y amores sinceros. Y también los no tan sinceros.

Sé que no estoy escribiendo como acostumbro escribir. Hoy me quito los tapujos y digo que amar es doloroso, que nunca complaces a nadie, que siempre te pesan las decisiones, que cada cosa que haga tendrá una repercusión, incluso más intensa que el acierto o el error. Hoy digo que trato de terminar de conocerme, de saber qué es bueno y qué está haciéndome daño. Trato de reconocer un atisbo de amor en mis acciones y sé que está ahí, aunque me duela hasta las pestañas o los codos.

Tiemblo cuando digo que amé, entregué todo y recibí un adiós, un reproche o una humillación; pero también tiemblo cuando me doy cuenta de las personas que he valorado y que, gracias a alguna fuerza que no depende de mí totalmente, se han mantenido constantes, quizá no puras pero sí constantes, con el seguro de que nada es seguro, más que lo uno quiero alcanzar y logra después de tantas caídas, dolores, golpes y despedidas.

Odiar no ha sido una solución para mí. Prefiero amar aunque me duela, decir que pude hacerlo, saber que pude amar, perdonar y con el tiempo dejar ir, no olvidar, jamás olvidar; es mejor dejar ir, acostumbrarte, recomenzar. Jamás resignar.

Hoy digo que todos perdemos personas, lugares, canciones, momentos; pero también ganamos el conocimiento de todo ello, y pues qué más queda. Uno mismo.

Hoy quiero aprender a no aferrarme, alejarme de lo enfermo e insano. Quiero ser y estar para mí. Despedirme y volver a comenzar. Hoy, hoy somos yo y mi presente.

Gracias.

01 fevereiro, 2010

...

Y que siento que los tiempos buenos van a terminar. No tan drástico, no no. Pero tengo miedo de estar otra vez en donde estuve la última vez que todo parecía estar mal.



Vamos, febrero, sé mi amigo.

27 janeiro, 2010

Azul.

Cuando uno escucha canciones que no tienen sentido nunca y un días, sin más ni más, te iluminas, le entiendes y además te das cuenta de que todo lo que decía parecía escrito específicamente para ti y te sientes liberado porque alguien más supo cómo decirlo mejor que tú.

26 janeiro, 2010

Métodos para evitar el sueño... (ambos, de soñar y de tener)

Soñé que yo caminaba en una fuente llena de mermelada de fresa*, tenía un vestido morado que para nada enseñaba mis brazos ni mi espalda. No me sentía hermosa. Me sentía contaminada.
Creo que por más que lo intenté no pude escapar. No importa cuánto hayas odiádome, simplemente me quedé estancada donde estaba. Las voces que escuchaba ya no provenían de las calles ni de las ventanas, esta vez estaban dentro de mi cabeza. Muchas veces traté de callarlas pero el seguir caminando por las mismas aceras, plazuelas y ciudades me ha hecho escucharlas más fuertes, más nítidas, más constantes.

He querido hacer como si no existieras. Hacer como si fueras una más de las voces dentro de mí, que viven aquí arriba de mis ojos y mis cejas, pero estás detrás de la puerta cada vez que suena el timbre y los perros ladran y el silencio se interrumpe y te veo tan claro como si el sol te diera de lleno, no importa que sean las diez de la noche y el sol ya esté guardado, porque no querría iluminar una imagen en donde tú y yo estamos juntos, de frente, tú a un lado de la puerta y yo al otro. Sigues viéndote tan claramente que hasta he llegado a sentir miedo de tu realidad.

Y todas estas cosas las digo porque hoy he perdido la calma y la poca paciencia que me quedaba. Y sí, está bien: también te lo digo porque tengo frío, y porque el peso que en el día voy cargando en la noche lo dejo recargado atrás de la puerta, justo junto al clóset, con las demás pertenencias que al otro día volveré a llevar a cuestas, pero no de noche. De noche sólo estamos el frío, la ligereza y yo. Por eso te lo digo.

Dentro del sueño querían asomarse los conjuros que creíste que te había hecho, pero no lograron aparecer. No sé si por mera independencia o por dependencia hasta ahí de ti. Incluso pensé que aquellas estrategias que usaba en el sueño para ser libre podrían servirme cuando despertara. Tal vez si me desataba los cordones de los tennis y me quitaba los anillos de las manos, hasta pensé que dejándome el cabello suelto podría irme volando poco a poco, conforme el viento viniera por mí. Pero no fue así. Aparecí más sola y más triste que nunca y, aunque quizá ese nunca no haya existido, me pareció tan real que sentí tristeza de que eso pudiera ser posible.

Al final los dos nos cansamos, yo ya quería ser distinta y tú querías que siguiera siendo como antes. Esas cosas nunca terminan en nada bueno. Todos los sueños se vieron interrumpidos y creo que la última vez que te vi estabas entrando por la ventana, aunque ésta estuviera cerrada y me lanzabas tus brazos al cuello. Eso recuerdo, pero no tengo la sensación de tus manos en mi piel.


Tal vez ahora sea más fácil mantenerme despierta en las noches.
*Referencia a un texto de Raúl que pueden leer aquí.

20 janeiro, 2010

(8)

Believe in me because I don’t believe in anything
and I want to be someone to believe…


05 janeiro, 2010

Up, down, turn around
Please don't let me hit the ground
Tonight I think I'll walk alone
I'll find my soul as I go home...


Y cuando pensé que se me estaban terminando las aventuras... me di cuenta que te amaba... (L)

These words I write keep me from total madness