28 junho, 2010

Instrucciones

Todo consiste en levantarse, encontrar dentro de sí un "compromiso" por el cual deba hacerlo. Báñese , si no se baña se sentirá como el día anterior; deje que el agua lave sus llantos y los residuos del sujeto en cuestión.
Una vez bañado, prosiga con la vestimenta. Es indispensable que use ropa de su agrado, con la cual siéntase cómodo, así no tendrá ocasión de relacionar un malestar de vestido con un malestar del corazón.

Tómese un café, el café despertará su ánimo. Coma una dona de chocolate, el chocolate cubrirá por un instante cualquier destello de impulso carnal- Tenga cuidado con el abuso de éste pues, además de una indigestión, le causará una sensación de exaltación. Es necesario que uno mantenga el equilibrio hoy.

Puede salir de su casa ahora. Asegúrese de no olvidar nada, sería imprudente ocasionarse un enojo que no venga al caso. Sonría todo el trayecto, al contacto con sus conocidos muéstrese compuesto y tranquilo, diga que todo ha estado mejor y que es un día lindo.

De regreso a casa procure no escuchar canciones tristes, esto no lo hará sentir mejor. Tampoco canciones significativas. Escuche canciones que bailaría, cantaría y compartiría para animar a alguien. Anímese usted.

Cene ligero, use su pijama favorita y procure que huela bonito, a limpio. Piense que al fin terminó un día más. Relájese, acuéstese en la cama fresca, sienta las sábanas calentándose con su cuerpo y viceversa, disfrute ser uno con ese lugar. Cierre los ojos, ya no contenga el llanto, libere su lágrimas aprisionadas en las últimas dieciséis horas. Es posible que su llanto dure unos tres minutos (para un buen llanto, léase "Instrucciones Para Llorar" de Julio Cortázar).

Duerma. Al siguiente día repita esta rutina. No se aseguran resultados definitivos, pero podría ser que después de sonreír tanto, usted comience a creerse bien y , en determinado momento, con suerte, estará curado.

Su corazón habrá de reconstruirse.

21 junho, 2010

Círculos.

Su forma favorita eran los círculos.

Quizá porque no sabía en dónde terminaban o empezaban, y porque no importaba dónde estuviera, siempre habría camino por recorrer.

La tangente era un regalo.

16 junho, 2010

Literatura/Amor

Lo que amo de la literatura no es que sea literatura. ¡Vaya usted a saber qué es la literatura!

No, no. Lo que yo amo de la literatura es que es. Sí, a secas es, sin predicativo ni complemento preposicional. La literatura sí me transforma y sí me lleva a otros lados. No es que no conozca nada allá afuera, es que con mis letras puedo ir a cualquier lugar en cualquier momento. Y con esto no me refiero a que si digo "ahora voy" en este instante vaya. Quiero decir , que con la literatura puedo estar sentada afuera de su casa, escribiéndole un recado, viendo pasar a su vecina, que quiere regar su pedacito de pasto y además se asoma a verme.

Aunque ¡vaya usted a saber qué piense! Yo no sé si usted me quiere, si me extraña, si me ha pensado o si me ama. Pero eso que me gusta de usted es que también me transporta a muchos lugares y, no, no es cosa de que yo diga "bien, llévame a ése parque", sino es cosa de que usted diga "mirá que tú me has visitado en sueños", y entonces yo esté allá, junto a usted, tan lejos.

Aunque, bueno, entre usted y literatura ya tenemos dos variantes, o puede que hasta incógnitas. No me gusta meterme en un campo que desconozco con tan poco conocimiento. Mejor la llevamos tranquilos.

Por hoy me quedo con usted, mañana con la literatura.

These words I write keep me from total madness