Uno al final se va acostumbrando a ciertas ausencias.
No es que dejen de doler, escuchas comentarios
y presupones que el bienestar debe existir por ambas partes.
Entonces decides cerrar al fin el ciclo y sí. Seguir lanzando las piedras al aire
con el debido cuidado de no caer en tu cabeza.
El golpe puede ser mortal. :(
3 comentários:
no sé donde poner "me encanta" esta reflexión :D
justo ayer también, escribí algo de las ausencias! está bien aprender a vivir con ellas, yo creo.
no hay nada hipócrita en mis palabras, Daniela (: ojalá lo entiendas! :*
estaría también llevar casco, por la dudas... así las piedras no duelen y rebotan...
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