03 março, 2009

Sabores Azul.

Tras una larga noche "cafeteando" dedicamos el amanecer al cielo, propusimos mil teorías y tardamos mucho en comprenderlo. El cielo sabe a ti cuando no estás y a mi cuando me voy. Sabe dulce como tu saliva, brillante como cuando tus ojos se unen a los míos para vislumbrar la realidad. Sabe a azul, azul no como el mar, ni como el vestido que usaba el día que salimos a caminar; azul como a cielo. El cielo sabe a azul. Sabe a gloria alcanzada, a éxtasis por conocer. Imagino que una noche compartida contigo me dejará en la boca un sabor similar al de cielo en un amanecer.

Sabe a siniestra y perversa mirada, que me incita a seguir más y más. De todo lo horrible, el cielo con sabor es lo que podemos soportar. Fatídica sensación, no me permite continuar, cierro mis ojos, quiero pensar, te veo a ti y al cielo detrás. Me sabe a azul. No sé como explicar que el morado sabe más intenso y el blanco simplemente no sabe y ya. Azul sabe a esperanza, sabe a abrazos y a cereal con tenedor. Te roba sonrisas y ni cuenta te das. Sabe a cielo azul. A razón ajena oculta tras la soberbia de grandezas que no existen y silencios que se obligan, y canciones que no tienen ritmo y aun así son cantadas. A un azul con placeres y a azul con dolores, un color intermedio entre la locura y la cordura. Está en medio de las dos, no te tiene tranquilo pero tampoco te hace sucumbir, te equilibra.

El cielo sabe a gloria alcanzable en una noche de placer, en el magico misterio de una caricia, en la irreal realidad de un por qué. Sabe a tus manos por todo mi cuerpo, a tus labios que descansan solo para besarme los labios y para suspirar. Sabe a silencio donde palabras no faltan ya. El cielo sabe a tus ojos y a la mirada que haces en mi "aflorar" (esa palabra me gusta y qué!). Sabe a canciones que me hacen recordar y a sonrisas que no esperaba encontrar. Sabe a arte desconocido, a estrellas junto a la luna que no parecen de verdad.

Sabe a arcoiris nuevo en cada gota de lluvia y a peliculas en sepia que inventan los ángeles en las nubes. Sabe a comida deliciosa de ésas que llenan la barriga y nos dejan el corazón más que contento, extasiado. Sabe estrellas rosas que duermen en mi cama y a un cerdito contento que cuida mariposas. El cielo sabe al azul de las huellas de tus manos que están grabadas en papel, sabe a un poema bien leído y que, por fin, logré entender.

Sabe a esperanza, a sonrisas compartidas, a manos entrelazadas y a tu risa y la mía.

3 comentários:

Anônimo disse...

éste me recordó cosas (:
dicen por ahí que cuadno lees algo que te remonta a imaginar o a recordar realizó su cometido, no?

Anônimo disse...

estoy de acuerdo con la señora de aqui arriba, has mejorado mucho y es agradable leer-té aah no, es café jaja. De verdad te extraño, eres mejor porque sabes más pero no dejes de recordar que eres más de lo que sabes,digo, primero se es y luego se sabe (= jaja

Anônimo disse...

Ahm, puntuación Daniela...
algunas preposiciones estan de más...
cacofonías, aguas con eso...

todo lo encontré en el segundo párrafo, chécalo mejor, y obvio, edítalo antes de subirlo



todo esta lleno de sabores
y me recuerdas a la Maga je je


No se como escribias antes, pero esto es bueno, al menos las ideas me gustan, tienen una presencia muy tuya...por eso del café, aunque la neta yo no lo soporto jajajaja,
pero neta, ponle más atención al texto Daniela, no todo debe ser emociones en bruto...medita un poco.


nopuedesvivirsinmi.activo-blog.com

These words I write keep me from total madness